miércoles, 10 de junio de 2020

Tarea miércoles 10


TEMA 11.       APRENDO A PORTARME BIEN CON JESÚS.

Para lograr una verdadera convivencia, todas las personas deben cumplir leyes y normas morales válidas para todos-as. Y los cristianos, además, deben practicar la moral cristiana.

1.       Las normas y leyes morales de la humanidad.
Las principales normas y leyes morales de la humanidad son los Diez Mandamientos y la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Dios ha grabado en la conciencia (en el interior) de la persona la inclinación al bien y el rechazo del mal. Cuando la persona busca en su conciencia, descubre las normas y leyes morales que debe cumplir. Las principales normas y leyes morales que Dios ha grabado en la conciencia de toda persona son los Diez Mandamientos.

Y decir que las normas y leyes de los Diez Mandamientos están recogidas en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

2.       La moral cristiana.
La moral cristiana es la respuesta que da el cristiano con su vida al amor que Dios le tiene. Y para responder a ese amor de Dios, el cristiano se compromete a seguir el ejemplo de Jesús en la vida diaria y a practicar las enseñanzas de Jesús, de la Biblia y de la Iglesia.

Por lo tanto, la moral cristiana es el conjunto de normas, mandamientos y virtudes que el cristiano practica por su fe y amor hacia Jesucristo, y que son: los Diez Mandamientos, el Mandamiento del Amor y las Bienaventuranzas.

Así pues, la moral cristiana sirve para diferenciar el bien del mal y para comportarse bien con Dios, con los demás, con uno mismo y con la naturaleza.

3.       Las Bienaventuranzas y el Mandamiento del Amor.
Los cristianos deben practicar los buenos valores que Jesús propuso en las Bienaventuranzas, como por ejemplo: la paz, la justicia, la misericordia, la generosidad...

También deben practicar el Mandamiento del Amor que Jesús enseñó, que dice: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente. Este es el primer mandamiento y el más importante. El segundo es semejante a este: Amarás al prójimo como a ti mismo”. (Mt 22, 37-39).

El Mandamiento del Amor y las Bienaventuranzas se deben practicar en todas las situaciones de la vida diaria: en la familia, en el colegio, con los amigos, etc.

4.       La persona nueva según la Biblia.
Cuando la persona practica la moral cristiana, se llena del Espíritu del amor de Dios, y se comporta como un buen cristiano.

La Iglesia utiliza la expresión “persona nueva” para referirse al cambio de comportamiento y de personalidad que se produce en la persona que practica la moral cristiana.
LA BIBLIA:          Título del relato: ESAÚ Y JACOB.

Este relato que vas a leer se narra en el libro del Génesis, y nos quiere enseñar que el perdón y el amor ayudan a formar una verdadera familia y a unirse más a Dios, mientras que los engaños y las mentiras alejan de Dios y enfrentan a los familiares.

Para entender bien este relato tienes que tener en cuenta que, en aquel tiempo, en el pueblo de Israel existía un derecho que se llamaba derecho de primogenitura. Mediante este derecho, el primer hijo (el hijo mayor o primogénito) era el que heredaba todos los bienes familiares, siempre y cuando recibiera previamente la bendición del padre.
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Y sucedió lo siguiente:

Isaac (que fue el hijo de Abrahán y el segundo patriarca del pueblo de Israel) se casó con Rebeca y tuvieron dos hijos gemelos, Esaú y Jacob. Esaú era el hijo mayor, un gran cazador y el hijo preferido de Isaac. Jacob era agricultor y el hijo preferido de Rebeca.

Un día que Jacob estaba preparando un guiso de lentejas, llegó Esaú de cazar con mucha hambre.

Esaú pidió de comer a su hermano. Pero Jacob le exigió, a cambio de darle de comer, los derechos de primogenitura, que correspondían a Esaú por ser el hijo mayor.

Esaú tenía tanta hambre que aceptó y cedió a su hermano el derecho de heredar todas las propiedades familiares y convertirse en jefe de la familia, pensando que con el tiempo se le olvidaría.

Pero pasó el tiempo y cuando Isaac era ya anciano, se quedó ciego. Un día sintió que iba a morir pronto y pidió a Esaú que fuera a cazar y le preparara un guiso de carne.

Y después le daría su bendición (al ser el hijo mayor) para que pudiera heredar los derechos de primogenitura.

Pero Rebeca se enteró y propuso a su hijo Jacob engañar a su padre (al estar ciego) haciéndose pasar por su hermano. Entonces Jacob se cubrió los brazos con pieles de cabrito (porque Esaú era muy velludo) y llevó a su padre un guiso de carne.

Isaac creyó que Jacob era Esaú y le dio su bendición para que heredara los bienes de la familia.

Cuando Esaú volvió de la caza, descubrió el engaño.

Entonces, Jacob le recordó que, hace mucho tiempo, le había vendido su primogenitura a cambio de un plato de lentejas. Pero Esaú quiso vengarse, y Jacob tuvo que huir a otro país. Años más tarde, Esaú y Jacob se encontraron y se perdonaron.






Hola chicos y chicas:

Ánimo, que ya queda poco para terminar el curso. Os envío el último tema que vamos a ver este curso en religión.

Si os habéis dado cuenta, como supongo que estaréis ya bastante cansados y cansadas de hacer tantos deberes durante todo este tiempo tan difícil en el que no hemos podido ir al colegio, en este último tema no os he mandado actividades. Pero sí me gustaría que leyeseis tranquilamente los contenidos de este tema (que he intentado resumiros todo lo que he podido) para que descubráis cuáles son las principales normas y leyes morales de la humanidad y, sobre todo, qué es la moral cristiana, cómo se práctica y para qué sirve.

Me hubiese gustado mucho que, por lo menos en este último mes de junio, pudiésemos haber regresado al cole para poder vernos y terminar el curso como si nada hubiese pasado. Pero no ha podido ser.

Desearos, de corazón, que terminéis bien el curso y que disfrutéis mucho de las vacaciones de verano que vamos a comenzar muy pronto, en compañía de todos vuestros familiares y amigos.

Finalmente, deciros que ha sido un orgullo y una gran satisfacción para mí el haber podido daros clase a los largo de todos estos años. Durante todo este tiempo que hemos estado juntos, me habéis transmitido un montón de experiencias, valores y recuerdos que guardaré para siempre en mi memoria. Del mismo modo quiero pediros perdón por si, en algún momento, con mis palabras o con mi actitud, he podido herir los sentimientos de alguno de vosotros-as, porque no era mi intención en absoluto (pero tenéis que reconocer que algunos días… cuando os pillaba torcidos… ¡lo que costaba dar clase!). Y desearos todo lo mejor en esa nueva etapa de vuestras vidas que vais a comenzar en el instituto (me daría una gran alegría si, además, mis compañeros me comentaran que continuáis dando religión para profundizar en ese mensaje cristiano que os he intentado transmitir, espero que con más aciertos que errores, a lo largo de estos años). Y, sabed que, aunque ya no nos veamos tan a menudo, tenéis un amigo para lo que necesitéis.

Bueno, me despido ya. Disfrutad del verano y descansad porque os lo habéis merecido. Un abrazo muy fuerte para vosotros-as.

Y, por favor, me gustaría que también les dieseis un abrazo muy fuerte a vuestros padres de mi parte, porque sé que han realizado un esfuerzo muy grande por vosotros-as durante todo este tiempo en el que no hemos podido ir al cole.

Mucha suerte en la nueva andadura en el instituto. Os echaré de menos. Cuidaros.

JOSÉ RAMÓN.

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